Al enterarnos del macabro asesinato de Jorge Steven López un gran dolor invadió mi conciencia; no solo por el deceso de un “hermano” de nuestras comunidades, sino también porque se que quienes están llamados a evitar este tipo de atrocidades han demostrado no tener la mínima intención de evitarlos.
L@s culpables de este fatídico incidente tienen nombre y apellido. Son l@s religiosos, intolerantes e insensibles fundamentalistas, moralistas, políticos y mal llamad@s líderes civiles quienes tienen sus manos manchadas con sangre. Tod@s los que arremeten sin piedad contra nosotros por tener una orientación sexual diferente; tod@s los que nos tratan como ciudadanos de segunda categoría, tod@s los que nos deshumanizan cuando nos llaman “torcidos”, “enfermos mentales”, “inadaptados sociales”, etc. Son ellos los culpables de que este tipo de acciones contra nuestras comunidades continúen.
Que alguien me diga que nos diferencia de la Alemania Natzi cuando Hitler perseguía sin piedad a judíos por el mero hecho de ser judíos, a homosexuales por el mero hecho de ser homosexuales y tod@s los demás sin ninguna lógica, razón ni derecho hace mas de medio siglo. Peor aun ¿Qué nos diferencia de la Gran Inquisición de la Iglesia Católica?
No vales solo con pedir perdón por sus pecados en la supuesta “Santa Misa” por “palabra, obra y omisión” cuando el arrepentimiento no es verdadero, cuando al salir de las 4 paredes de su iglesia continúan oprimiendo, ofendiendo y maltratando a su prójimo.
No podemos quedarnos callad@s ante tan abuso. No podemos ser cómplices con silencio cuando nos están matando en las esquinas por ser diferentes, vivir diferente y amar de formas diferente.
A tod@s los que pecan de palabra, obra y omisión con sus actitudes intolerantes, homofóbicas, moralistas y fundamentalistas les digo:
TIENEN SUS MANOS MANCHADAS CON SANGRE…