viernes, 18 de mayo de 2012

Entre mentiras y la fe

La pasada semana el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio un espaldarazo al matrimonio entre personas del mismo sexo en medio de una entrevista con una cadena de televisión estadounidense. Este hecho representa un gran paso dentro de la lucha en pro de la igualdad y la inclusión de las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT) a la vez que nos da la oportunidad de explicarles a varios líderes religiosos y políticos la realidad sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Luego de las expresiones del presidente algunos de los autoproclamados ‘apóstoles’ y ministros religiosos acompañados por políticos “pescando votos” empeñados en desinformar al país a fin de promover sus posturas le mintieron al pueblo de Puerto Rico diciendo que nosotros, los líderes de las comunidades LGBT, pretendíamos enmendar sus doctrinas religiosas obligándolos a llevar a cabo matrimonios entre personas del mismo sexo. Estas declaraciones son totalmente falsas. En ningún momento las comunidades LGBT hemos intentado ni presentado la idea de que alguna iglesia vaya por encima de su fe, doctrinas ni rituales a fin de llevar a cabo uniones entre personas del mismo sexo. En todo momento hemos dejado meridianamente claro que exigimos el reconocimiento de nuestros uniones en el sentido civil basados en la igualdad, respeto a la dignidad humana y libertad que nos garantizan nuestras constituciones. Decir lo contrario falta a la verdad y atentar contra el debido proceso de ley, también salvaguardado por las constituciones que nos gobiernan. La constitución de Estados Unidos en su primera enmienda y jurisprudencia aplicable al igual que la constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en la sección tres del articulo dos son claras en que existe total separación del estado y la iglesia. Establecen además la libertad de culto para todas las confesiones religiosas y el libre ejercicio de las mismas por parte de los ciudadano; por lo tanto sería totalmente inconstitucional obligar a la iglesia a llevar a cabo uniones entre personas del mismo sexo y si por algo nos hemos caracterizado las comunidades LGBT en nuestra lucha por la igualdad es en respetar los derechos y libertades de todos y todas en la sociedad a fin de lograr plena inclusión y servir de ejemplo a nuestros detractores. Hago un llamado a estos líderes religiosos y políticos a que no le continúen mintiendo al pueblo de PR y respeten la legalidad de nuestro movimiento. Estoy seguro que sus acciones y declaraciones irresponsables no son respaldadas por los puertorriqueños quienes siempre hemos tenido en alta estima el amor al prójimo, la solidaridad y el respeto a la diversidad, algo que ustedes aún no han aprendido a practicar. Columna para micandidatopr.com