miércoles, 9 de febrero de 2011

Hipocresía bañada de Inconstitucionalidad

Luego de haber visto el ‘Mensaje sobre la Situación del Estado’ que presentara el gobernador Luís Fortuño en la tarde de ayer me invadió la angustia al notar que dentro de todos los planes para atacar la violencia y la criminalidad al parecer el Gobernador no tiene la mínima intención de combatir la violencia por la desigualdad de genero ni los crímenes de odio que tanto aquejan a nuestra sociedad y tanto socavan la fibra moral de nuestro país.

En cambio pude ver un Luís Fortuño cerrando filas con grupos religiosos a través de proyectos colaborativos con el supuesto fin de atacar la criminalidad y fomentar los deportes. Mientras hacia alarde de su ‘intachable’ liderato moral promoviendo unos supuestos valores tradicionales utilizando la más vil y descarada demagogia no presento ninguna idea contundente para defender y promover la igualdad, respeto e inclusión de las minorías que tanto aportamos a la sociedad.

Resultan alarmantes los conflictos constitucionales a los que esta administración se expone cuando presenta “que esta semana formamos la Alianza para la Transformación Social, una convocatoria multisectorial compuesta por el gobierno, el sector privado, los medios de comunicación, el sector religioso y las organizaciones sin fines de lucro para buscar soluciones que nos ayuden a rescatar nuestros valores.”

No me opongo a que nuestra calidad de vida como puertorriqueños mejore a fin de lograr una patria sustentable; pero si me cuestiono la integración del sector religioso en esta labor. Es de público conocimiento que los fundamentalistas y moralistas, tanto políticos como religiosos han servido de cómplices tanto por acción como por omisión del precipicio moral y social en el que nos encontramos. El silencio de la Iglesia ante la violencia domestica, la inferioridad sistematizada de la mujer ante el hombre, la violación de derechos civiles, el atropello a quienes formamos parte de la oposición deja mucho que decir sobre la fuerza que pueda tener el sector religioso para predicar un amor, respeto, inclusión y demás valores que ellos han negado durante décadas.

A lo anterior le sumamos la idea del Gobernador de crear la “Liga de las
Iglesias” y vemos otro intento más de los mercaderes del odio en penetrar con sus tentáculos la constitucional separación de Estado-Iglesia. Son proyecto que aun si no involucraran fondos públicos utilizarán la imagen del Estado para promover, como en el pasado, intereses particulares ajenos a nuestro sistema democrático y constitucional.

Por la ‘Hipocresía bañada de Inconstitucionalidad’ a las que se exponen estas ideas nos mantendremos al tanto del desarrollo de dichos proyectos a fin de sostener y mantener la constitucionalidad e integridad de nuestro sistema democrático.

martes, 8 de febrero de 2011

El miedo de los fundamentalistas…

Cada vez que recibo un mensaje de algún fundamentalista-moralista, tanto político como religioso, más que coraje lo que me dan es lastima. Cada vez que los mercaderes del odio despotrican sus lenguas contra quienes somos diferentes y no nos ajustamos a sus arcaicas formas de pensar lo que me dan es un resurgir visceral de sus malas intenciones. Tanto el coraje, la lastima como las nauseas llegan a mi porque tengo la certeza de que, como bien nos demostró una madre abatida por los crímenes de odio que tanto aquejan a nuestra sociedad, EL AMOR SIEMPRE VENCE AL ODIO.

Cada acción y comentario del movimiento fundamentalista y moralista en contra de las comunidades lésbica, gay, bisexual y trangénero y de tantas otras causas justas y loables a las que ellos se han opuesto a través de su historia deja ver su intención ahogada de reprimir, coartar y minimizar los adelantos que nuestra sociedad ha tenido, tiene y tendrá en todas las facetas democráticas y civilizadas dentro del desarrollo socio-político. Aunque las palabras ‘democracia’ y ‘civismo’ son ajenas a su idiosincrasia como colectivo religioso, nuestro Pueblo, el cual tiene como base y fundamento el amor, la inclusión y el respeto, si tiene noción de estos dos términos y con los años hemos logrado, aunque nos falta todavía, salir del miedo que estos movimientos imponen al país.

Son ellos los que le temen a la igualdad. Son ellos los que le temen al amor. Son ellos, los que nos tildan de torcidos, enfermos y criminales, los que ahora le temen al mismo pueblo que ellos mantuvieron en el oscurantismo por tantas décadas porque saben que como sociedad hemos logrado una madurez que antes era inimaginable. Saben que continuaremos dándole la batalla hasta lograr que todos y todas vivamos en una sociedad igualitaria, donde todos y todas gocemos de los mismos derechos y donde la inclusión sea la norma.