martes, 25 de septiembre de 2012

Educando y Votando

El periodo de inscripción y reactivación electoral terminó el pasado lunes en la tarde. La campaña para que los pasados electores, quienes al no haber votado en las elecciones generales de dos mil ocho quedaron inactivados, y quienes al seis de noviembre ya habrán cumplido los dieciocho años de edad y cumplen con el requisito de ciudadanía, domicilio y se encuentran legalmente hábiles para votar fue larga y ardua. El desconocimiento de muchos y muchas en la sobre los procesos de inscripción hizo difícil explicarles cómo, dónde y cuándo debían inscribirse pero creo que cumplimos la misión. En Puerto Rico para Todos, cumpliendo con nuestro compromiso de informar y educar responsablemente, llevamos una campaña en donde no solo instábamos a los futuros votantes a inscribirse sino que también se les presentaron las propuestas de todos los partidos políticos en relación a nuestros derechos como personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales y trangéneros (algo que volveremos a hacer días antes de las próximas elecciones). Otros entes de la sociedad civil utilizaron formas sumamente originales de promover la inscripción electoral. Sé de grupos que hasta buscaron personas a sus casas, trabajos y sitios variados a fin de llevarlos a las Juntas de Inscripción Permanente más cercana y que lograran inscribirse, cambiar sus direcciones y demás tramites pertinentes. Todas estas acciones representan el compromiso que tenemos las diversas organizaciones sociales con el desarrollo y sostenimiento de nuestra democracia. Creemos en un Puerto Rico justo, igualitario, inclusivo y respetuoso pero sobre todo un país donde aun dentro de nuestras diferencias todos y todas tengamos los mismos derechos, la misma accesibilidad a los mismos servicios y donde la grandeza y valía de una persona no se mida por su estatus económico ni su heredad como tampoco por su orientación sexual o identidad de género y si por su aportación a la calidad de vida de todos y todos en la sociedad. La primera etapa del proceso ya pasó. Ya se reactivaron o inscribieron. Ahora vamos a la segunda etapa de este quehacer «bisiesto»: ir a votar. El próximo martes seis de noviembre salga a votar. Le tomará solo minutos entrar a su colegio de votación y ejercer su derecho democrático al voto “igual, directo y secreto” como garantiza nuestra constitución. Es responsabilidad de todos y todas salir a votar a fin de mantener viva la tradición democrática que estamos llamados a defender. Es nuestra la responsabilidad de garantizarle a las futuras generaciones los mismos derechos, y aun más, que nosotros tenemos. Es menester nuestro votar con la conciencia de que cumplimos con la responsabilidad cívica del sufragio. Si votar es importante más importante aún es hacerlo de manera responsable. Es materia de todos y todas educarnos para así llegar a votar cumpliendo con nuestra conciencia y sabiendo que le dimos nuestro voto a quienes, dentro de nuestro mejor conocimiento, le servirán al país de forma honrada, digna y sobre todo respetuosa de la ley.

Columna para micandidatopr.com

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Amemos para que nos amen

Esta mañana vi un video que honestamente hizo que se me aguaran los ojos. Ver el progreso de la gestación siempre es un momento que nos llena de esperanza a todos y todas. Supongo que es porque vemos en ese futuro ser humano un hálito de vida que confiamos cambiará el mundo con brillantes ideas.

  Nos ponemos a cavilar sobre cómo será ese futuro niño o niña, que talentos tendrá, color de piel, ojos y demás detalles que resultarán ser su “trademark” que hará de ese ser humano uno único. Al momento de pensar en su forma de ser, llegamos a la conclusión que como padres tendremos en nuestras manos gran parte de la responsabilidad de moldear ese carácter a fin de que, aun con su carácter innato, nuestra hija o hijo sea un adulto de bien con las herramientas que nosotros le brindemos.

Y este es el punto al que quería llegar. Como padres y madres tenemos la responsabilidad de criar a nuestros hijos de la mejor manera posible. Cumpliendo con la ley, nuestros valores y estilos de vida. Todo esto velando por el mejor bienestar del menor y pretendiendo su pleno desarrollo de forma integral. Como adultos, más allá de nuestro status parental, estamos convocados a servir de ejemplo a futuras generaciones.

  Es harta conocida la desfase que existe entre la educación y crianza que le estamos dando a nuestros niños versus el futuro que queremos para ellos y nosotros mismos. Es por ello que tenemos que reevaluar nuestros postulados como padres y madres, nuestros métodos de enseñanza (tanto dentro como fuera del hogar), nuestras prioridades, etcétera.

  Ya es hora de que seamos realistas con la sociedad y con nosotros mismos, poniendo “los puntos sobre las íes” aceptemos que hay algo que está mal y que somos nosotros los únicos que tenemos la responsabilidad y la posibilidad de enmendar nuestro presente y futuro.

Comencemos por respetarnos a nosotros mismos y así daremos el primer paso hacia el respeto a los demás. Miremos a nuestro alrededor y reconozcamos sin miedo que somos diferentes los unos de los otros pero que nuestros derechos, como nuestras responsabilidades, tienen que ser iguales aun dentro de esa diversidad hermosa que nos hace únicos y especiales.

Miremos al otro con la misma humanidad que queremos ser vistos y antes de juzgar a otro, quítese sus zapatos y vistiendo el calzado del otro camine junto a él o ella. Luego, cuando ya halla caminado lo suficiente para comprender su dolor, reevalúe sus prejuicios.

Del universo conocido solo tenemos un planeta para vivir, es grande, pero no lo suficiente como para tanta diferencia, odio, rechazo y maltrato.

Amemos para que nos amen.