miércoles, 1 de septiembre de 2010

El precio del fundamentalismo…

Mientras Puerto Rico (PR) recibía el embate del huracán Earl el periódico “La Jornada” publicaba una entrevista hecha al líder de la revolución cubana, Fidel Castro. En dicha entrevista, a demás de muchos temas, se discutió el hecho de que durante los inicios de la revolución de independencia, hace ya cinco décadas, los homosexuales fueron obligados a trabajar en campos de concentración donde se les obligaba a hacer trabajos agrícolas violando todo tipo de derechos humanos y la dignidad de todos los miembros de esta comunidad en la isla. Sin mediar ningún tipo de proceso legal en donde se les pudiera validar la acusación de “antirrevolucionarios” los gays en Cuba sufrieron, y me atrevo decir que aun sufre, gran discriminación y humillación los llevó y lleva a ser reconocidos como refugiados en otros países por ser perseguidos por su orientación sexual. La entrevista nos cuenta que Fidel “piensa que todo se fue produciendo como una reacción espontánea en las filas revolucionarias, que venía de las tradiciones.” Eso me pone a pensar sobre como nos dejamos llevar por las tradiciones, costumbres e ideas arcaicas que solo nos llevan al estancamiento y al atropello de los que son diferentes a notros y nosotras. Esto pone en perspectiva como dejamos llevarnos por estas mismas razones en PR; y aun en un sistema democrático y constitucional como el nuestro las minorías, incluyendo las comunidades lésbica, gay, bisexual y trangénero (LGBT), son discriminadas, deshumanizadas y tratados como ciudadanos de segunda y tercera categoría. En PR, liderado por un grupo minoritario de religiosos y políticos, fundamentalistas y moralistas, se dirige una campaña de odio, represión y discriminación en contra de todos los que somos diferentes, más allá de nuestra orientación sexual o identidad de género, condición social, económica, de salud o cualquier otra cosa condición que nos haga diferentes. Por eso hoy, como en el pasado, exigimos a todos los lideres políticos y religiosos, fundamentalistas y moralistas a que detengan su retorica y acción de represión y odio; y que al igual que Fidel Castro respondan por sus acciones y tomen el camino de la inclusión y el amor; porque solo así podremos hacer un PR para Todos y Todas....

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