Las expresiones que hiciera la Policía en referencia al rol de la mujer dentro del proceso de protestas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), diciendo que las utilizan como “escudos”, representan una degradación a la incansable y valerosa labor que las féminas han ocupado en la lucha que los estudiantes, facultad y sociedad civil llevamos dentro de la UPR al igual que en otros momentos donde ellas han dicho ‘PRESENTE’ en respaldo a la igualdad, respeto e inclusión.
Tipificarlas como “escudos” es una afrenta a la valentía y representación del movimiento feminista dentro de la sociedad y como parte integral de la misma. De este tipo de expresiones se entiende que la opinión de la Policía es que estas son débiles e incapaces de acompañar a los hombres en sus movilizaciones con la misma entereza y entrega de estos.
Gracias le debería dar la Policía y la sociedad en general a todas las mujeres que han estado ahí diciendo presente; haciendo valer sus derechos y los de todas y todos por igual dentro de nuestra democracia.
Es hora de que el Estado detenga su política y visión excluyente y retórica aludiendo a la debilidad de unos sobre otros más aun cuando pretendemos hacernos llamar, y luchamos por ser, una sociedad respetuosa, inclusiva y representativa.
BLOG dedicado al reconocimiento de los Derechos Civiles de tod@s en el la sociedad con el fin de que TOD@S formemos parte de nuestra agenda de PATRIA...
martes, 25 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
¿Negociar que?
Soy de los que piensa que hay cosas que se tienen que exigir y denunciar más allá de las ideas particulares y/o sectarias de algunos; de no hacerlo caemos en el juego de la oposición, solo al exigir y denunciar aspectos menores y triviales que no nos llevan a obtener nuestros objetivos.
En ese sentido quiero compartir con ustedes algo. En el fin de semana un joven me envió un mensaje agradeciéndome el esfuerzo y el compromiso en pro del reconocimiento de los derechos de las comunidades lésbica, gay, bisexual y trangénero (LGBT). El joven me escribió que nuestra causa es justa y necesaria y que como en el pasado su apoyo estará siempre. Como sugerencia me expone que quienes llevamos esta lucha deberíamos “hablar y negociar con los religiosos y políticos sobre los aspectos neurálgicos y algunos derechos que se puedan dejar para después.” Luego de una larga conversación el chico entendió que los derechos no se negocian con nadie ni por nada.
Simplemente no hay nada que negociar ni mucho menos hay derechos que dejar de lado; ya que al hacerlo no solo estamos promoviendo el fundamentalismo que nos corrompe sino que también estamos declarando como bueno y permisible el atropello que los religiosos y políticos, tanto fundamentalistas como moralistas, tienen contra nuestras comunidades LGBT y contra tod@s l@s que pensamos diferente, vivimos diferente y amamos diferente.
El tan solo pensar en “dejar para después” algunos derechos ya es una afrenta a la dignidad que nos representa como seres humanos, socaba la integridad de nuestra lucha y resigna nuestro activismo a la merced de quienes solo quieren estancar a Puerto Rico en el oscurantismo del odio, rechazo y desigualdad. JAMAS dejaremos de lado los derechos de algún miembro de nuestras comunidades con el fin de obtener otros. JAMAS permitiremos el atropello hacia herman@s puertorriqueños con el fin de obtener un logro personal y privado.
¿Negociar que? La dignidad, humanidad, respeto, inclusión y sobre todo el amor no se negocian; simplemente se reconocen, aceptan y validan como lo que son: derechos para TOD@S!!!!
En ese sentido quiero compartir con ustedes algo. En el fin de semana un joven me envió un mensaje agradeciéndome el esfuerzo y el compromiso en pro del reconocimiento de los derechos de las comunidades lésbica, gay, bisexual y trangénero (LGBT). El joven me escribió que nuestra causa es justa y necesaria y que como en el pasado su apoyo estará siempre. Como sugerencia me expone que quienes llevamos esta lucha deberíamos “hablar y negociar con los religiosos y políticos sobre los aspectos neurálgicos y algunos derechos que se puedan dejar para después.” Luego de una larga conversación el chico entendió que los derechos no se negocian con nadie ni por nada.
Simplemente no hay nada que negociar ni mucho menos hay derechos que dejar de lado; ya que al hacerlo no solo estamos promoviendo el fundamentalismo que nos corrompe sino que también estamos declarando como bueno y permisible el atropello que los religiosos y políticos, tanto fundamentalistas como moralistas, tienen contra nuestras comunidades LGBT y contra tod@s l@s que pensamos diferente, vivimos diferente y amamos diferente.
El tan solo pensar en “dejar para después” algunos derechos ya es una afrenta a la dignidad que nos representa como seres humanos, socaba la integridad de nuestra lucha y resigna nuestro activismo a la merced de quienes solo quieren estancar a Puerto Rico en el oscurantismo del odio, rechazo y desigualdad. JAMAS dejaremos de lado los derechos de algún miembro de nuestras comunidades con el fin de obtener otros. JAMAS permitiremos el atropello hacia herman@s puertorriqueños con el fin de obtener un logro personal y privado.
¿Negociar que? La dignidad, humanidad, respeto, inclusión y sobre todo el amor no se negocian; simplemente se reconocen, aceptan y validan como lo que son: derechos para TOD@S!!!!
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