Salta a la vista el tema del que les escribo. No creo que tenga que hacer una exégesis sobre lo acontecido, eso se lo dejo a los que han hecho del tema “comidilla” en chismes.
Pero de lo que si les hablare es de la clase de ‘Hipocresía 101’ que nos dio Roberto Arango. Tanto pecho que saco junto a los moralistas y fundamentalistas, políticos y religiosos, para a fin de cuentas huir, tal cual lo haría un criminal, sin dar explicaciones, sin dar la cara y como si fuera poco aun no he escuchado a ninguno de sus amigos ‘apostol-atos’ criticando su ‘inmoralidad’. Ah! Claro! Es que Arango era el Honorable Portavoz de la Mayoría PNP en el Alto Cuerpo Legislativo ciudadanos de segunda. Al parecer ellos también tomaron la mencionada clase junto a él.
Es de todos recordado el pato de hule que, hasta el próximo miércoles senador por San Juan, saco para aludir la supuesta orientación sexual de Eduardo Bhatia. Si las fotos son o no del Sr. Arango no quedará claro hasta que él mismo lo acepte o hagan pública su carta de renuncia, si es que tuvo la valentía de escribirlo en la misiva.
Lo que sin queda meridianamente claro es que la imagen del Senado, del PNP, de Thomas Rivera Schatz y otros tantos por aquellas alturas queda tan embarrada como la del propio Arango. Cada vez que escuchaba a Rivera Schatz decir que no abriría una investigación porque no había una denuncia formal se me hacia ilógico pensar que alguien así dirige nuestro Senado. Hasta la Policía de PR acepta confesiones anónimas. Hace unas horas el mismo Presidente del Senado hizo unas expresiones en relación la orientación sexual y demás de Alejandro García Padilla y Eduardo Bhatia, y me pregunto YO: ¿Rivera Schatz tiene denuncias formales sobre lo que habla? Lo digo para que las muestre, sino que mejor se mantenga calladito, porque al igual que su ex Portavoz de Mayoría, le puede explotar otro issue en las manos; como el de su hija exparte de su matrimonio.
Seamos honestos, si las fotos se hubieran publicado en un portal heterosexual solo le hubieran quitado las dietas por par de días y ahí moría el tema, pero Arango se enredó en su propia homofonía. Se fue de boca en el mismo cuento que nos restregaba en la cara y ahora esta siendo juzgado con la misma vehemencia que antes él no juzgaba a quienes tuvimos la VALENTIA de vivir nuestra orientación sexual feliz y libremente.
¡Que mucho les falta aprender y madurar a nuestros politicos!
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