viernes, 14 de octubre de 2011

Prevenir para no lamentar...

Las últimas agresiones registradas en la Universidad de Puerto Rico (UPR) contra varias féminas son solo la muestra más reciente de una serie de agresiones, tanto sexuales como en derechos, que van desde estudiantes hasta claustro y miembros de la sociedad civil que asiste al primer centro docente del país en busca de información, por investigaciones y a recibir el pan de la enseñanza.

Si en algo se han caracterizado todos y cada uno de las administraciones gubernamentales que han tenido el privilegio de llevar las riendas de esta colonia es que no han sabido ser proactivos. Tienen un doctorado- y no "honoris causa"- en ser reaccionarios. Entiéndase que en ves de proveer herramientas para prevenir de forma responsable los hechos prefieren esperar que ocurran los hechos para luego tratar de arreglarlo- algo que prácticamente se les hace imposible.

Por ejemplo. Las agresiones dentro del recinto son una ínfima muestra de la crisis por la que pasa todo Puerto Rico. Las agresiones son solo una gota de las miles que llenan la copa. Luego de que varias féminas fueron agredidas en la UPR escucho que desde presidencia contraerían oficiales para que trabajen con este tipo de casos. ¿Cuál es el avance? Cuando esos "guardias" ya no hagan su trabajo contrarán otros que hagan lo mismo que se supone que hicieran los anteriores y así seguirá creciendo la nómina de la universidad y la inseguridad entre quienes asisten a las facilidades.

Otro ejemplo perfecto son los embarazos no deseados en adolescentes que apenas terminan escuela intermedia. Si el Estado en realidad tuviera la intención de ayudar a evitar estos lamentables acontecimientos le regalaría a los estudiantes dos elementos que al parecer son fundamentales y siempre han sido un "cuco" en las escuelas: condones y pastillas anticonceptivas o al menos las haria de fácil acceso poniendola a disposición de quienes libre y voluntariamente quieran protegerse sin tener que ser juzgados por moralistas que nada tienen que ver con su salud sexual y reproductiva.

El cuento de la abstinencia siempre fue absurdo, pero ahora ya es oficialmente obsoleto. El oficialismo, guiado por la derecha religiosa, siguen diciéndole a nuestros niños y niñas que no tengan sexo. Lo lamentable es que el mensaje les llega luego de que ya están activos sexualmente. ¿Y ahora? ¿Quién les va a decir que no lo hagan?

Desde el Estado, pasando por las familias y terminando en la sociedad civil tenemos que ser responsables con nuestro presente y futuro. Juntos tenemos que educar y prevenir para en el futuro no tener que lamentar, como lo estamos haciendo ahora.

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