Nunca he tenido ‘pelos en la lengua’ para denunciar lo que hay que denunciar y dejar claro todos aquellos puntos que requieren ser discutidos con claridad. Por lo tanto voy al grano. Cuando leo la noticia sobre Maripily y la supuesta demanda en contra de Roberto Alomar por este último aparentemente haberla puesto en riesgo de contagio de vih no me nace otro sentimiento que no sea rabia. Es una falta de respeto, humanismo y hasta de civismo el pretender criminalizar a alguien por su estado serológico. La imagen que se crea y el estigma que promueve este tipo de acciones merecen la condena de todos y todas, más aun viniendo de alguien que crea opinión pública, aun cuando muchos la tomen en serio.
Peor aun quedé cuando leo que supuestamente las relaciones sexuales entre ambos fueron sin protección, tanto antes como después del matrimonio. Cuando alguien en su ‘sano juicio’ y ‘en pleno uso de sus facultades mentales’ tiene sexo sin protección sabe que esta en riesgo de contagio, no solo de vih sino de un otro gran número de infecciones de transmisión sexual. Si es cierto que las cosas pasaron así la irresponsabilidad mayor esta en consentir no usar protección. Es como no saber nadar y aun asi meterce al mar. Sabes que te vas a ahogar o al menos tragaras mucha agua.
Si el proceso de la contra-demanda es tal cual se expresó en la noticia Maripily debe terminar cuanto antes con dicha contra-demanda, aceptar su irresponsabilidad y expresar disculpas publicas a los pacientes que viven con vih / sida por haber violado su humana dignidad al criminalizar y pretender que cualquier paciente seropositivo tenga que cargar con una pena criminal por su estado serológico.
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